Crónica del ciclo `Espacios Singulares´dentro de la edición 23 de MES DE DANZA. Por Mercedes L. Caballero (Unblogdedanza.com)
“Están haciendo como un baile”, narraba susurrante, cómplice y respetuosa, una señora a su hija, al pasar por uno de los espectáculos programados en los Espacios Singulares del Mes de Danza. Y se quedaron. De ciudadanas a espectadoras en un golpe de mirada.
Es ejemplo concreto este momento, representativo de otros muchos similares en cualquier punto del planeta, de uno de los atributos propios de la programación de danza en la calle: la formación de nuevos públicos. La capacidad transformadora sobre paseantes convertidos en audiencia. Tal vez momentánea. Tal vez de largo recorrido. Pero tras más de dos décadas de vida (el Festival Internacional de Danza Contemporánea, Mes de Danza, está cumpliendo su edición 23), la muestra andaluza que dirige María González, puede presumir de contar con un público identificado como fiel, situado a la espera de los trabajos programados, cuidadosamente señalizados en parques, plazas y espacios artísticos de Sevilla, con una consideración y silencio que conmueve. Presumiblemente adepto y consciente de su posición ante lo que se tiene frente a los ojos. Ha dibujado esta audiencia, con una buena asistencia, los once trabajos que se han podido ver en este ciclo de danza en espacios singulares (la programación total asciende a 23), que arrancó el pasado 28 de octubre y finalizó el 1 de noviembre (el Festival lo hizo el 26 de octubre con programación de sala, que se extiende hasta el 6 de noviembre). Espectáculos cristalizados en solos, dúos y tríos, en su mayoría, que recogen una amplia radiografía de la creación dancística actual de varias comunidades autónomas.
Euskadi es una de ellas. Bajo la iniciativa `Carta Blanca a…´, puesta en marcha en la edición pasada, y en la que un centro, entidad o colectivo fuera de Andalucía trae a la muestra varias propuestas, se han visto tres trabajos de esta comunidad auspiciados por La Fundición de Bilbao, espacio de exhibición y dinamización de la creación contemporánea, en activo desde 1986, e invitado a esta `Carta Blanca´ de 2016. Gear, una obra para 6 intérpretes de Matxalen Bilbao, mostrada en la Pasarela de San Jerónimo el 31 de octubre (con las fantásticas vistas del río a sus espaldas) y en el Parque de María Luisa el 1 de noviembre, propuso un trabajo de gran formalidad y líneas depuradas, alrededor del grupo como temática y las composiciones visuales y emocionales que pueden darse desde los individuos que lo integran, destacando una gran musicalidad por la interpretación de sus bailarines y la banda sonora utilizada, con composiciones de Mozart y Bach. La sorpresa (con todas sus acepciones positivas) llegó a Sevilla con el montaje Lur Away, de Alaitz Arenzana & María Ibarretxe / Sra. Polaroiska, visto los días 31 de octubre y 1 de noviembre en el Antiquarium. Danza, performance, música en directo, proyecciones, una composición espacial dibujada por mesas redondas con centro de flores y sillas, debidamente forradas, que recuerdan a una boda común o acto ceremonioso tradicional, y una requerida participación del público, componen una inteligente y divertida propuesta, con lectura existencial de trasfondo. Pautas tan cotidianas o lejanas como las que se ofrecen para sobrevivir a un atrangantamiento, un ataque de oso, un huracán o la muerte de un ser querido, son narración y premisa para construir un fluido e inesperado trabajo en el que, hasta el movimiento desarrollado por los bailarines, cuenta con un muy especial sello propio. Tormenta, espectáculo para sala del coreógrafo Igor Calonge, sólido montaje de tintes oníricos alrededor de la fuerza y la fragilidad del cuerpo, con escena inicial de gran belleza y excelente interpretación de sus tres bailarines, completó la oferta de La Fundición de Bilbao para el Mes de Danza.