Manifeste surge en Toulouse en 2001 de la mano de Isabelle Saulle y Adolfo Vargas, bailarines en grandes compañías como Maguy Marin. Ambos sienten la inquietud común de explorar la creación desde el punto de vista del intercambio con otros individuos, culturas, espacios… El intérprete y su relación cambiante con el entorno que le rodea como clave creativa.